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Pequeño manual de autocorrección

12 ejemplos de cacofonía

En este artículo te doy 12 ejemplos de cacofonía para que aprendas a identificarla. 

 

¡Hola!

El diccionario de la RAE dice que es la «disonancia que resulta de la inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra».

Es decir, es un  efecto sonoro desagradable  que aparece cuando combinamos mal las palabras o cuando repetimos exageradamente un mismo sonido en una frase:

  •  Versión cacofónica: El ministro anuncia su renuncia vía Twitter.
  •  Versión sugerida:  El ministro presenta su renuncia vía Twitter.

¿Notás cómo la primera frase resulta desagradable al oído por la  repetición de sonidos en los verbos?

A continuación te muestro otros 12 ejemplos de cacofonía y te cuento cómo evitarla.

¡Seguí leyendo!

12 ejemplos de cacofonía

Una joven con pancarta que dice "cacofonía"

Como te conté en la introducción, la cacofonía es el resultado de una mala combinación de palabras o de la  repetición excesiva  de sonidos en una frase. 

Veamos los 12 ejemplos. 

#1

En español se produce cacofonía cuando se encuentran muy próximos dos  sonidos vocálicos idénticos:  -a a-, -e e-, -i i-, -o o-, -u u-. 

  • *La agua era de montaña.

Este primer caso está marcado con asterisco porque, aunque agua es un nombre femenino, como empieza con a tónica requiere el artículo masculino (él).

Precisamente, esto es así porque los hablantes somos  muy sensibles a la cacofonía  y esa repetición de sonidos -a a- nos molesta.

La forma de solucionarlo es cambiando el artículo la por el:

  • El agua era de montaña.

Lo mismo ocurre con  *la arma/el arma, *la alma/el alma, *la hacha/el hacha.

El que sigue es otro ejemplo similar.

#2 

  • *Ellos son padre y hijo.

En este caso, la cacofonía aparece por la repetición de sonidos -i i-. Como tal vez ya sepas, para evitarlo, reemplazamos la conjunción y por e.

  • Ellos son padre e hijo.

#3

Cuando usás más de un adverbio terminado en -mente, el texto resultante es cacofónico: 

  • Lisamente y llanamente, deberíamos optar por la segunda opción.

Esta es una de las razones por las que se recomienda  evitar los adverbios terminados en -mente  siempre que sea posible.

Una forma de solucionarlo es eliminar el primer sufijo (es lícito hacerlo con este tipo de adverbios).

  • Lisa y llanamente, deberíamos optar por la segunda opción.

Una alternativa consiste reemplazar los adverbios por una locución con significado afín:

  • En definitiva, deberíamos optar por la segunda opción.
  • Sin más, deberíamos optar por la segunda opción.

La solución que elijas dependerá del contexto y del matiz que quieras darle a la frase. 

#4 

En los siguientes ejemplos la cacofonía ocurre por emplear palabras con la  misma terminación: 

  • «… con la habitual mirada extraviada posada sobre la nada…».

Aquí el sufijo del participio pasado femenino -da (extraviada, posada) se encuentra con las raíces de mirada y nada, que infelizmente también terminan con da. En fin, una ensalada.

#5

Los correctores estamos entrenados no solo para detectar estos errores, sino para  proponer alternativas  que resulten más armoniosas.

No es lo que ocurre en el siguiente ejemplo de cacofonía:

  • «… en nuestra mano está, en buena medida, que un texto llegue a su destinatario de la forma más legible, eficaz y comprensible posible».

Unas manos anotan ejemplos de cacofonías en una libreta

#6 

Los próximos dos ejemplos fueron extraídos del libro La cocina de la escritura, de Daniel Cassany (Anagrama, 1993, p. 69):

  • «Algunos de los solecismos más corrientes de la prosa —que no siempre son evidentes— son los siete siguientes…».
  • Corregido por el autor: Algunos de los solecismos más habituales de la prosa —que no siempre sabemos detectar— son los siete siguientes…».

#7

  • «Pretende ayudar a maestros y a alumnos a encontrar utilidad, satisfacción, e incluso diversión, en la tarea de la corrección».
  • Corregido por el autor: «Pretende ayudar a maestros y a alumnos a encontrar utilidad, satisfacción, e incluso divertimento, en la tarea de corregir».

#8

Este otro ejemplo de cacofonía proviene del Quijote. En este caso, es  intencional  y tiene fines irónicos:

  • «Tornóla a decir Sancho otras tres veces, y otras tantas volvió a decir otros tres mil disparates. Tras esto, contó asimismo las cosas de su amo…» (I, cap. XXVI).

¿Sentís el ruido que produce la acumulación de -r y -t?

#9

En  textos técnicos y académicos  es muy común encontrar párrafos cacofónicos como este:

  • «… la Corte Suprema expresa en su fallo que le asiste razón a la recurrente, toda vez que la presentación 33 carece de motivación suficiente, y que esta falta de fundamentación tiñe de arbitrariedad el decisorio en relación con el tópico en cuestión» (Extraído de la tesina de Josefina Abelleyra, sobre corrección de textos jurídicos)

Para resolver este tipo de problemas, los correctores aplicamos  técnicas de lenguaje claro  mediante las cuales es posible lograr que un documento sea más legible sin que pierda rigurosidad.

Realmente hacemos magia.

#10

Algo similar ocurre en este fragmento de una investigación:

  • «El conjunto de datos analizados incluye las redes de enemistades (rivalidades mutuamente reconocidas), amistades (afinidades y alianzas…».

#11

Encontramos  otra cacofonía  en el título de esta nota del portal Cadena Ser:

  • «La Cueva de la Araña se reivindica como un “descubrimiento excepcional” a nivel mundial».

Este ejemplo sirve también para mostrar la jerarquía de los distintos tipos de comillas, como te conté al comienzo de este artículo sobre el uso correcto de comillas.

#12

Por último, un clásico trabalenguas:

  • Pablito clavó un clavito; ¿qué clavito clavó Pablito?

En este caso, como en el del Quijote, se trata de una aliteración: tiene las mismas características que la cacofonía, pero se considera un recurso poético, ya que  el efecto es buscado. 

Lo mismo ocurre en «un largo lagarto verde», del poema de Nicolás Guillén.

Un ejemplo extra

Mientras redactaba este artículo, encontré un ejemplo más y me pareció un desperdicio no agregarlo:

  • «En el mundo laboral actual, la marca personal se ha convertido en un componente esencial para el éxito profesional».

«Un signo de los tiempos», diría Harry Styles.

Conclusión

En este artículo te mostré 12 ejemplos de cacofonía.

Siempre es buena idea  contratar a un corrector  para corregir tu trabajo académico. Este profesional está entrenado para detectar estos errores y proponer alternativas que vuelvan el texto más armonioso y fluido.


Si te gustó esta publicación sobre cacofonía, seguí leyendo: ¿«Con respecto a» o «con respecto de»? Las dos son correctas